Un estudiante de zen, se quejaba que no podía meditar: sus pensamientos no se lo permitían. Habló de esto con su maestro diciéndole: “Maestro, los pensamientos y las imágenes mentales no me dejan meditar; cuando se van unos segundos, luego vuelven con más fuerza. No puedo meditar. No me dejan en paz”. El maestro le dijo que esto dependía de él mismo y que dejara de cavilar. No obstante, el estudiante seguía lamentándose de que los pensamientos no le dejaban en paz y que su mente estaba confusa. Cada vez que intentaba concentrarse, todo un tren de pensamientos y reflexiones cortas, a menudo inútiles y triviales, irrumpían en su cabeza…
El maestro entonces le dijo: “Bien. Aferra esa cuchara y tenla en tu mano. Ahora siéntate y medita”. El discípulo obedeció. Al cabo de un rato el maestro le ordenó: ”¡Deja la cuchara!”. El alumno así hizo y la cuchara cayó obviamente al suelo.
Miró a su maestro con estupor y éste le preguntó: “Entonces, ahora dime ¿quién agarraba a quién, tú a la cuchara, o la cuchara a ti?.
¿Qué te ha parecido este cuento? ¿Qué te dice a ti?
A lo largo de mi vida he tenido alguna que otra cuchara y leer este cuento me anima a liberarme de ellas y a aprender cada día que puedes llegar a meditar para quitarte de esas cucharas. Gracias petons
La de veces que me lleno dd cucharas y cucharas y me saturo porque son ellas las que me dominan y debo ser yo quien domine las cucharas que en este caso son los problemas que surgen en el dia a día
Gracias Irene por otra reflexión como esta porque me hacen pensar mucho
Me ha gustado mucho y creo que en las adversidades voy a pensar en esa cuchara porque a veces somos como el estudiante y la mente nos domina a nosotros, en vez de dominar nosotros a la cabeza o a lo que pensamos, sentimos...
La mente se alimenta de pensamientos que vamos creando esto hace un nudo que tiene mil Cabos uno para cada solución pero en realidad la fuerza de la mente se hace cuando no atas el primer nudo, una vez tienes mil cabos es más difícil todavía el pensamiento se ha hecho grande tan grande que cuesta más dejar la mente en calma, cuanto más trabajas la mente más entiendes q a veces lo mejor es dejar pasar el pensamiento tantas veces hasta q sepas que estás preparada para afrontarlo o para eliminarlo ... lo difícil de todo esto es cuando tienes miles de pensamientos q no tienes ganas de afrontar y los dejas pasar una y otra vez, a mi mente me dice hazlo ! Soluciónalo y una cosa menos ! Aunque no siempre hay ganas ... algún día mis cucharas caerán al suelo :)