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Hojas de sombra
Foto del escritorIrene Gutiérrez Coranti

Cómo conduces tu autobús

Actualizado: 5 mar

“Señor, concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, valor para cambiar aquellas que puedo, y sabiduría para reconocer la diferencia”.

San Francisco de Asis



"Imagina que eres el conductor de un autobús repleto de pasajeros. Cada uno de ellos representa un pensamiento, un sentimiento o un recuerdo que ha ocupado un lugar en tu vida. Este autobús tiene una sola puerta de entrada, y esta puerta solo funciona en una dirección: la entrada.


Al principio, todo parece ir bien. Sin embargo, a medida que avanzas en tu camino, algunos pasajeros comienzan a comportarse de manera inquietante. Te amenazan, te dicen qué hacer, te insultan e incluso te desaniman. Te sientes abrumado por su presencia y terminas cediendo ante sus demandas para mantener la paz. Sin darte cuenta, te encuentras siguiendo sus órdenes sin cuestionarlas, sacrificando tu control sobre el rumbo del autobús en el proceso.


Algunos días, te sientes agotado de esta situación y deseas liberarte de estos pasajeros perturbadores. Sin embargo, descubres que no es tan fácil como simplemente pedirles que se bajen del autobús. Se resisten con fuerza y no puedes deshacerte de ellos tan fácilmente. Entonces, te resignas a su presencia y continúas conduciendo por el camino que ellos eligen, convenciéndote a ti mismo de que es la única opción posible.


Con el tiempo, te acostumbras tanto a seguir las órdenes de estos pasajeros que ya ni siquiera necesitan decírtelas. Te anticipas a sus demandas y actúas según sus deseos, todo para evitar su ira y mantener la ilusión de control sobre tu propia vida.

Sin embargo, mientras te esfuerzas por mantener el control sobre los pasajeros, te das cuenta de que has perdido de vista el verdadero propósito de tu viaje. El autobús ya no avanza hacia ningún destino en particular, simplemente sigue el camino trazado por esos pasajeros intrusivos."


Con esta historia quiero invitarte, sobre todo, a que reflexiones en todos aquellos pensamientos automáticos y/o negativos que suelen venir a la cabeza, a veces, de manera más recurrente de la que nos gustaría y que nos acaban nublando y muchas otras veces, hasta nos limitan y nos condicionan en nuestra toma de decisiones.


Estas creencias limitadoras pueden generarnos baja autoestima, ansiedad, nervios e incluso adentrarnos en un bucle de tristeza muy peligroso que nos causa infelicidad ya que estamos pendientes de estos pasajeros sin mirar el camino hacia donde nos dirigimos y sin observar el paisaje o los medios con los que tenemos para afrontar las diferentes situaciones.


Ante estos pensamientos negativos, debes preguntarte ¿Puedes cambiarlo? ¿Realmente ese pensamiento es inalterable? Y sobre todo, ¿Hasta qué punto merece la pena invertir todo ese tiempo en estos tipos de pensamientos? ¿En qué me ayudan? ¿En qué me perjudican?


Entonces, te pregunto: ¿Cuántas veces has permitido que estos pasajeros tomen el volante de tu vida? ¿Eres realmente el piloto de tu propio autobús?


Esta historia nos invita a reflexionar sobre esos pensamientos automáticos y negativos que a menudo nos acosan, influyendo en nuestras decisiones y limitando nuestro potencial. Estas creencias limitadoras pueden socavar nuestra autoestima, generar ansiedad y conducirnos a un ciclo de tristeza interminable, alejándonos del camino hacia la felicidad.


Ante estos pensamientos negativos, es crucial preguntarnos: ¿Podemos cambiarlos? ¿Son realmente inmutables? Y, lo más importante, ¿merece la pena dedicarles tanto tiempo y energía?


Debemos aprender a gestionar estos pensamientos intrusivos y no permitir que dicten el curso de nuestras vidas. En lugar de alimentar estos bucles de negatividad, debemos concentrarnos en el camino que queremos seguir y en los recursos que tenemos a nuestra disposición para superar cualquier obstáculo.


Entonces, te insto a que reflexiones sobre la metáfora del autobús: ¿Cómo estás conduciendo tu propio autobús? ¿Quiénes son tus pasajeros dominantes? ¿Hacia dónde te diriges realmente en la vida?"


Y tú ¿Cómo conduces tu autobús? ¿Quiénes son tus pasajeros? ¿Hacia dónde vas?





140 visualizaciones2 comentarios

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2 Comments


Ali Jou
Ali Jou
Apr 02, 2019

Buenísimo me a encantado irene

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El autobús del que habla la metáfora, si fuera el mío, iría por una carretera llena de curvas, a un lado y a otro, con pasajeros que cada vez son menos que siempre incordian y molestan, pero una cosa es cierta......... intento que el camino lo marque yo, y de momento así es.


Han habido veces en el que ese autobús ha ido lleno de tristeza, pero también otras veces de alegría, muchas veces la baja autoestima, ansiedad, nervios e incluso los bucles de tristeza han sido mis pasajeros y compañeros, y he tenido que luchar con y en contra de ellos, y si, si vale la pena perder, o ganar el tiempo en luchar contra ellos, ya que…


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