"Sólo una cosa vuelve un sueño imposible: el miedo a fracasar".
Paulo Coelho
¿Cuántas veces has querido hacer alguna cosa y sientes o has tenido la sensación de que algo te frena? Probablemente, en la mayoría de casos ese algo es miedo.
Nuestro día a día está lleno de pequeñas decisiones que vamos tomando y en momentos vitales, se trata de decisiones muy importantes como por ejemplo; cambiar de trabajo, mudarnos, romper una relación, empezar otra de nuevo…y una larga lista en las que debemos tomar partido por una opción u otra. Es aquí donde los miedos, a cualquier tipo de decisión, empiezan a tener un papel, a veces, demasiado importante.
“¿Cambio de trabajo o no?” “Corto con esta relación o no?” En estos casos, debemos tener en cuenta dos cosas primordiales antes de que el miedo empiece a invadirnos;
Por un lado, el NO hacer algo ya es hacer algo, por tanto, ya estás tomando una decisión si decides no hacer nada. Y por otro lado, debemos enfocar el miedo de una manera pragmática y directa para poder derribarlo.
Pero ¿Es útil este miedo? Esta emoción lleva con nosotros desde que existimos, teniendo una función principalmente adaptativa. Des de nuestros orígenes, existe el miedo como método de supervivencia para nuestra especie. Nos alerta de aquellas situaciones que pueden ser peligrosas para nosotrxs, pero ¿Cuándo este miedo deja de ser útil o necesario?
Cuando el miedo deja de tener una función adaptativa.
Salir de la zona de confort o los cambios, se consideran mayoritariamente situaciones que pueden llevarnos al peligro, pero sentir miedo al cambio dependerá únicamente de ti.
Como os comentaba anteriormente, el miedo tiene una función adaptativa y a lo primero que te lleva es a huir o a quedarte paralizado. Pero ese miedo ¿es real? Es decir, ¿existe un verdadero peligro ante esa situación?
Es aquí donde entra nuestra capacidad de análisis y poder de decisión. Debemos saber identificar qué tipo de creencias nos están causando esos miedos.
Siguiendo con el ejemplo anterior; “Quiero cambiar de trabajo” el miedo empieza a invadirnos de la siguiente manera:
- Si cambio de trabajo, no me llevaré tan bien con mis compañeros como ahora.
- Si cambio de trabajo, no tendré la misma estabilidad que ahora.
- Si cambio de trabajo, no volveré a encontrar la situación que tengo ahora.
En este caso, se trata de creencias y tu tarea principal es cuestionarlas y cambiar esta creencia por una realidad. ¿Es cierto que si cambias de trabajo, no te llevarás tan bien con tus compañeros? Es imposible saberlo, lo más probable es que no te lleves igual, pero no significa que peor y/o mejor, por qué cada ambiente laboral es un mundo pero cambiar este paradigma, depende únicamente de ti.
Estos miedos convertidos en creencias, nos frenan y nos hacen no tomar decisiones y quedarte en una zona de confort en la que quizás, no te sientes realizado. Acabas siendo esclavo de la inseguridad y del miedo.
A ti, ¿Qué miedo te paraliza? ¿Qué miedo no te permite conseguir o alcanzar tu sueño? ¿De qué miedos quieres liberarte?
Para combatir este miedo, que tan sólo hace que limitarte, paralizarte y no te permite avanzar, necesitamos confianza. Debes dejar de pensar en los factores externos y confiar simplemente en ti. No dejes que estos miedos gobiernen tu vida, tú eres la única persona dueña de ti misma y de tus decisiones, nadie mejor que tú sabe hasta dónde puedes llegar y para ello, debes confiar en ti y creer en tus capacidades.
Todos y cada uno de nosotros, tenemos herramientas que podemos usar tanto para nuestro día a día como en las decisiones vitales para afrontar estos miedos y superarlos.
Te invito a que cada vez que te aparezca un miedo ante una situación te preguntes:
¿Es un miedo real? ¿Qué limitaciones tengo? ¿Qué posibilidades existen de fracasar?
¿Qué cualidades tengo para vencer esta situación?
¿Qué es lo que realmente me impide cumplir mi meta o mi sueño?
En la mayoría de casos, la respuesta eres tú mismo y sólo tú puedes vencer este miedo.
Una vez leí en un artículo una frase, con la que me quedo, en la que decía “el miedo es un virus y el mejor antídoto es la confianza”.
Y también me quedo con que la aceptación de este miedo es primordial ya que a veces es necesario y nos empuja a realizar actos que quizás desde otras emociones no haríamos. Creo que lo más importante de todo es cómo usamos este miedo, el significado que le damos y ver si esta sensación nos hace huir o nos acerca hacia esa “x” situación.
Por tanto quiero destacar e invitarte a pensar en cómo gestionas ese miedo, en que pares y pienses qué te está haciendo sentir, qué te hace pensar y cómo te hace actuar ese miedo ante esa situación que temes, y es aquí donde aparece la confianza ya que gracias a ella, ves el miedo con otra perspectiva y sabes que siempre va a estar ahí pero con herramientas para poder gestionarlo y sobre todo, aceptarlo ya que es parte del ser humano y tiene el objetivo de ponernos alerta antes situaciones peligrosas o que nos puedan perjudicar.
Llénate de confianza y afronta ese miedo que no te permite avanzar.
Y tú ¿A qué tienes miedo? ¿Cómo lo afrontas?
Miedo…… una sencilla y simple palabra a los que muchos solo le atribuimos el significado de algo que nos asusta, nos conmueve y nos da que pensar……
Muchas veces y en muchas ocasiones se tiene miedo, a qué???? a aquellas cosas que desconocemos, que no nos atrevemos a hacer, decir, mostrar, etc…….
Contra de ello solo podemos hacer una cosa, luchar por vencerlo, es una lucha dura, tenaz, pero se puede ganar.
De un año hacia aquí, tengo un nuevo miedo…… miedo a no saber que hacer, como reaccionar, miedo a fallar a la persona que más quiero…… y lucho contra ello por que sé que ni puedo, ni quiero fallar…… y ese miedo es debido al desconocimiento de un…
El mayor miedo del que he sufrido ha sido a la maternidad pero no porque no hubiese soñado ser madre, sino por la responsabilidad, pero tuve la suerte de superarlo y fue una de mis mejores decisiones . Creo que desde entonces supe afrontar de forma más positiva cualquier momento d "miedo" .