top of page
Hojas de sombra

Carta la niña que fui



No sé cómo empezar esto sin que se me haga un nudo en la garganta. Solo sé que tenía que escribirte. Que ya es hora de mirarte de frente, no como una parte rota que quiero olvidar, sino como lo que realmente eres: mi raíz más viva. La más valiente. La más olvidada.


Sé lo que cargaste. Lo que callaste. Sé cómo te esforzabas por ser perfecta, buena, lista, útil… esperando que en algún momento llegara el aplauso, la mirada, el abrazo, el “ahora sí, así te quiero”. Pero muchas veces no llegó. Y tú pensaste que era por ti. Que no eras suficiente. Que faltaba algo. Que si te ajustabas más, si te contenías más, si dabas más… entonces te ganarías el lugar.


Lo intentaste todo. Y no te diste por vencida.


Te veo ahora, chiquita, haciendo malabares emocionales para que no se enfadaran contigo, para que nadie se fuera, para no decepcionar, para no ser "demasiado" ni "muy poco". Y me parte el alma. Porque no era tu responsabilidad. Nunca lo fue.


Tú solo querías amor. Un amor que no doliera. Que no dependiera de tu rendimiento, de tu silencio o de cuánto te esforzabas por no molestar. Solo querías sentir que eras valiosa por existir, por ser tú, con tus miedos, tus preguntas, tus ganas de jugar y tus lágrimas sin filtro.

Y aunque no te lo dijeron, tú eras suficiente desde el principio.


Y aunque nadie te defendió a veces, tú te salvaste sola tantas veces.

Y aunque aprendiste a exigirte antes que a abrazarte, tú sobreviviste a un mundo que muchas veces no supo cuidarte como merecías.


Hoy te miro y te pido perdón por cada vez que repetí dentro de mí lo mismo que tú oíste de fuera. Por cada vez que te exigí más, que no te dejé descansar, que te dije en silencio: “no es suficiente aún”.


Perdón por no haberte abrazado antes. Por no haber parado todo para decirte que lo hiciste bien. Que lo hiciste lo mejor que pudiste. Que con todo lo que viviste, haber seguido amando, confiando, soñando, es un milagro.


Hoy quiero decirte que puedes soltar los hombros. Que no tienes que demostrar nada. Que no necesitas ganarte ningún lugar. Que ya no estás sola. Estoy aquí. Con todo lo que he aprendido, con todo lo que aún me duele, pero más fuerte que nunca, para sostenerte.


Ya no necesito que seas perfecta para que te quieran. Porque yo te quiero tal cual eres. Incluso cuando tiemblas, incluso cuando dudas, incluso cuando lloras en silencio.


Gracias por resistir. Gracias por quedarte. Gracias por no haberte rendido.


Ahora es mi turno de cuidarte a ti.

Con todo mi amor,


Tu yo de hoy.

 
 
 

Comments


Me pondré en contacto contigo lo antes posible

venus
  • YouTube
  • LinkedIn - Gris Círculo
  • Instagram - Gris Círculo
  • Facebook - Gris Círculo

Si tienes alguna pregunta o quieres agendar una cita, puedes rellenar este formulario o contactar al siguiente correo electrónico: lapsiquedecoranti@hotmail.com 

Nº Col.legi Oficial de Psicòlegs de Catalunya 27887

¡Muchas Gracias!

© Copyright 2025. Todos los derechos reservados por Irene Gutiérrez Coranti

bottom of page