Un proceso como es el de querer(se) requiere esfuerzo, motivación y mucha energía.
Para ello, uno de los pasos que te recomiendo es empezar a observar tu mundo. ¿Qué cosas de él te gustan? Es decir, solemos poner el foco de atención en la –queja- y en aquello que no nos gusta de los demás, de la sociedad, de las injusticias del mundo en general pero ¿Y la parte buena de ello?
Te invito a que inviertas tu energía en encontrar aquello de tu alrededor que te gusta, que te complace, aquello que te saca una sonrisa, que te aporta bienestar.
Se trata de cambiar las gafas que llevamos siempre puestas llenas de negatividad y ponernos unas nuevas y relucientes. Pon el ojo en aquello positivo que seguro lo tienes: ya sea en situaciones, experiencias vividas, personas…
Con esto, no quiero enviarte un mensaje equivocado. Es decir, claro que existen momentos y situaciones dolorosas, en las que sufrimos, sentimos tristeza y tenemos preocupaciones diarias. No digo que no te permitas sentir estas emociones, sino que, a pesar de ellas, elijas ver la otra cara de la moneda y no anclarte en situaciones de malestar.
La vida, no es aquello que nos sucede, sino qué haces con ello
Y para ello, TÚ eres la única persona que tiene el poder en ti. Solamente tú puedes decidir de manera consciente dónde vas a poner tu atención y energía a partir de ahora, si en la queja o en la gratitud por lo que te está sucediendo.
HOY APRECIO, HOY VALORO
En relación a lo que hemos estado comentando, quiero invitarte a que dediques toda tu atención y te concentres en aquellas pequeñas cosas de la vida que aprecias y que tienen un valor para ti.
Como te he comentado anteriormente, pueden ser experiencias, personas, momentos, situaciones…todo aquello que te venga a la cabeza que hayas experimentado, especialmente, hoy.
Una vez hayas hecho un repaso mental de todos los elementos que hayas recordado que te producen bienestar, escríbelos en una lista y reflexiona ¿De qué has tomado consciencia? ¿De qué te has dado cuenta con este ejercicio?
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