¿Qué relación tienes con el perdón? ¿Te cuesta perdonar a las personas a las que quieres?
Habitualmente, en nuestra cultura, se oye hablar mucho sobre lo importante que es saber perdonar al otro y olvidar el daño que nos hayan hecho. Pero ¿Qué pasa cuando se trata de ti? ¿Es importante perdonarnos a nosotros mismos?
No hay nada que nos aporte más paz mental que el hecho de poder perdonarnos y entendernos. De esta manera, igual que podemos perdonar a nuestros familiares, amigos… debemos también hacerlo con nuestra propia conciencia.
Cuando otra persona te ha hecho daño y consigues llegar a perdonar, esa relación vuelve a su mismo estado anterior o incluso, a veces, hasta mejora por qué has podido comprender al otro y aceptarlo tal y como es. Lo mismo sucede si realizamos este proceso con nosotras.
Cuando sientes rencor hacia ti, únicamente haces que tus emociones vayan con el freno puesto y, por ende, creas (auto)rechazo. Si entramos en este bucle (con salida), este mismo, nos atrapa y nos anclamos en el pasado. Recuerda...
Tus errores no te definen
Pero ¿Cómo perdonarme? Bien, como la mayoría de las actividades que estás haciendo, son procesos complicados y, en este caso, el primer paso es conectar con el amor que hay dentro de ti. Tienes que observarte con humildad y a pesar de todos los –errores- que hayas cometido, entender que lo has hecho siempre lo mejor que has podido y, cuando no ha sido así, simplemente, no tenías las herramientas necesarias para hacerlo de otra manera.
No olvides que eres un ser humano y, como tal, puedes e incluso debes equivocarte. Como todo el mundo, habrás cometido errores y habrás fallado alguna vez, pero recuerda que: unas veces se gana y otras, se aprende. Si reflexionas, verás que si ahora piensas en algún error del pasado, puedes detectarlo como tal porqué has aprendido gracias a él y a partir de ahí, empieza un proceso de crecimiento personal que es muy gratificante y a través del perdón, tú también podrás verlo de la misma manera.
Esta sensación puede llamarse perfectamente libertad. Gracias a ella, nos permitirá darnos permiso para querernos y dará lugar al perdón y así, eliminar toda la presión que has sentido hasta ahora.
¿Cómo darme el permiso?
Para ello, como hemos estado hablando sobre los errores que todo ser humano puede cometer, te propongo una actividad en la que puedas escribirte una carta.
En esta carta, es importante que te hables desde la humildad y la aceptación. En ella, debes perdonarte por todos los “errores” que consideras que has cometido en el pasado. ¡Ojo! No se trata de machacarte ni empezar a recriminarte nada, sino más bien, todo lo contrario.
Debes liberarte del peso de todo el rencor que sientes hacia ti y en relación al pasado. Sobre todo, una vez más digo, háblate desde la comprensión y el amor que sientes hacia ti, ¡porque lo tienes!
Ten en cuenta que esta carta es exclusiva para ti, así que pon todo lo que necesites ya que es tuya. Cuando la tengas, reflexiona cómo te sientes ahora mismo y si esa libertad ahora habita en tu interior.
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