“El hombre, cuanto más asciende de la escala de la felicidad tanto más sube en la escala de las exigencias.”
Severo Catalina
¿Habéis oído hablar del síndrome Mr Wonderful? Creo recordar que alguna vez os he mencionado la tendencia que existe actualmente, principalmente observando anuncios y los famosos paquetes Wonderful que a tantos nos gusta, a dar mensajes extremadamente positivos o incluso diría que exigentes con uno mismo.
Alguna vez que he ido a tiendas de este estilo suelo leer frases como “Tú puedes con todo, no necesitas a nadie” “¡Vamos! a por el magnífico día” “No te rindas” “Si te esfuerzas y luchas, lo conseguirás”. Una cosa es, tal y como os comenté en uno de mis anteriores post ( más vale una palabra que mil imágenes) que el lenguaje es muy importante y nos puede llegar a limitar en alguna que otra ocasión y siempre va bien enviarnos mensajes positivos, alegres y que nos motiven para tener un gran día pero, también hay que ser realistas y es cierto que la autoexigencia está cogiendo un papel muy relevante a la hora de recibir estos mensajes y pueden tener doble filo.
Como os comentaba en el anterior post, estos mensajes pueden usarse de manera positiva pero ¡ojo! También pueden empezar a desempeñar un papel de tortura en nosotros y pueden llegar a ser creencias muy limitadoras que nos metemos en la cabeza exigiéndonos metas, caminos y situaciones que no podemos afrontar.
A veces, debes “rendirte” para poder seguir hacia adelante y avanzar, a veces no vas a poder con todo porqué eres una persona humana y necesitarás ayuda o apoyo de otra persona y eso no te hace ser más débil, a veces no siempre luchando y poniendo todo de tu parte tienen porqué salir bien las cosas y, la verdad, a veces va bien caerse para ver detenidamente el camino que debes hacer al levantarte ya que unas veces se gana y otras…¡se aprende!
Estas frases ¿Te ayudan a conseguir tu objetivo o te limitan? Eso dependerá de tu nivel de autoexigencia.
Hoy en día, existe la tendencia de autosuperación, de ser una superwoman o un superhéroe. Vivimos en una sociedad que no para, que no permite echarle el freno a nada, a tener que estar realizando logros constantemente ya sea en tu trabajo, en tu vida personal, en tus relaciones…siempre existe ese “podría haberlo hecho mejor”
Por tanto, estamos en un entorno que genera una frustración constante y un sentimiento de vacío existencial ya que nunca eres lo suficientemente bueno/a y creando una insatisfacción subsistente.
Entonces ¿Ser o no ser autoexigente? E aquí la cuestión.
No es malo sacar y exprimir lo mejor de ti, ¡Al contrario!
Cuando has trabajado el autoconocimiento y puedes hacerte autocríticas, la autoexigencia está genial para crecer a nivel personal, para poder superarte, mejorar día a día y conocer cuáles son tus potencialidades y cuáles tus debilidades. Es muy importante aceptarnos principalmente. El problema está en que esa autoexigencia se convierta en una tortura recurrente basada en las frases que os comentaba ya que este fenómeno nos puede crear un gran miedo al fracaso, ya que vivimos siempre pendientes de aquello que podríamos haber hecho mejor, elegido de otra manera…
¿Cómo sé si soy una persona buena o mala autoexigente?
Eso dependerá de tu diálogo interno. Es decir, vamos a hacer como que tú eres tu propio jefe ¿Eres un jefe constructivo o destructivo? Escucha cómo te hablas, cómo te comunicas contigo, ¿Te motivas o te desprecias? ¿Te das una palmada cuando lo haces bien o sólo te centras en aquello que no has podido hacer mejor? ¿Te hablas desde el respeto y valoras tus éxitos? O más bien ¿Te quedas sólo con tus errores y te hablas peyorativamente?
"Lo que consigues con el logro de tus metas no es tan importante como en lo que te conviertes en el camino al logro de tus metas." -Henry David Thoreau
Todo empieza con ser el mejor o la mejor jefe que puedas de ti. Trátate cómo te gustaría que te tratasen. ¿Te animas?
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