“La vida no es sino una continua sucesión de oportunidades para sobrevivir.”
Gabriel García Márquez
¿Quién dijo que las segundas oportunidades nunca fueron buenas? Es por ello que hoy quiero hablarte sobre el –Kintsugi– .
Si se te rompiese una taza, un jarrón, un plato ¿Qué harías? ¿Lo guardarías? Lo más probable es que hayas pensado en que lo tirarías ¿no?
El Kintsugi es un arte centenario y tradicional japonés que consiste en reparar todas aquellas piezas, normalmente de cerámica, que estaban rotas. Para ello, se utilizan metales como el oro o la plata líquida de una manera muy meticulosa creando así un resultado incluso mucho mejor que el inicial.
Es decir, esa pieza queda aún más bonita creando una nueva, con esas marcas de rotura que se resaltan a propósito para crear una belleza única marcada por su historia. Es una técnica que, lejos de lo que podamos pensar, no consiste en disimular todos los espacios y líneas que han quedado rotas, sino que, justamente haciendo todo lo contrario, se trata de remarcar todas las zonas que se han separado, que han quedado destruidas para así, unirlas, dándole un aspecto increíble a aquello que estaba destrozado.
Esta técnica se podría comparar con un proceso terapéutico. Cuando vas al psicólogo, traes un jarrón -roto- el cuál se empieza un viaje de reconstrucción e, incluso, una nueva filosofía de vida.
Cada uno de nosotros y de nosotras, tiene la total capacidad de superar obstáculos, crecer ante las adversidades y, sobre todo, reparar aquellas heridas que tenemos del pasado. Nadie se libra de pasar por momentos duros y difíciles. La clave, reside en encontrar la manera de afrontar todas estas experiencias que la vida nos va –ofreciendo–. Piensa en todas aquellas cicatrices que te han ido marcando, todos aquellos momentos dolorosos, alguna pérdida, una relación rota… ¿Qué has aprendido de cada uno de ellos? Todas y cada una de estas experiencias son aprendizajes. No dejamos, de alguna manera, de ser ese jarrón "roto".
La vida nos va “rompiendo” poco a poco o nos va marcando en forma de experiencias, de momentos, de situaciones y personas que van pasando por nuestra vida. En tus manos está volver a recogerte y decorarte con cada una de estas heridas del pasado y, principalmente, aprender de ellas.
"Cuando ya no podemos cambiar una situación, tenemos el desafío de cambiarnos a nosotros mismos."
Somos seres humanos y, como tales, no estamos absentos de sufrir en cualquier momento de nuestra vida pero eso también nos da fortaleza, resistencia y a mi querida resiliencia.
Cuando nos rompemos, empezamos a cuestionar nuestra propia valía pero, debemos entender que cada una de las experiencias que has vivido, te han aportado herramientas y puntos de vista que, quizás, no tendrías ahora. Además, has podido salir de cada una de ellas o estás en proceso de superación. Lo has conseguido o estás en ello.
¿Cuántas veces has unido y reconstruido tus trozos? A veces, no sabemos siquiera cómo lo hemos conseguido, pero aquí estás. Es por ello que, te invito a no evitar el dolor, el sufrimiento, tal y como ya dije una vez en –Por favor Sufre- acompáñalo y busca tu capacidad de fortaleza para sobreponerte y repárate por dentro.
Debemos aprender a –aceptar- y, ¿por qué no? querer cada una de nuestras cicatrices porque te van a acompañar siempre para recordarte quién eres, de dónde vienes y cuál es tu historia. Todas y cada una de estas cicatrices cuentan todo lo que has vivido y todo aquello que has conseguido.
“El mundo nos rompe a todos. Y luego algunos se hacen más fuertes en las partes rotas."
No se trata de ocultar todos aquellos jarrones rotos ni de tirarlos porque crees que ya no valen. Se trata de querer nuestras perfectas imperfecciones y recordar que has superado cada una de ellas con tu gran capacidad.
Estos trozos de cerámica nos recuerdan que, aunque la vida nos deteriore y nos rompa, siempre podemos crecer de nuevo, juntar los pedazos y repararnos.
¿Cómo has afrontado tus adversidades? ¿Cuál es tu capacidad para repararte y sobreponerte?
Lo
Bonito seria aprender de verdad y que todo fuera lejano aunque creo que en la practica tu pasas pàgina però tu interior, tu inconsciente y tu enfado (q no ves) te hacen pasear por esas cicatrices, sin ponerle nombres, sin saber que paseas por ellas, hasta q vuelves a caer involuntariamente poco a poco y sin darte cuenta, piensas xq soy asi ???? Y esq curaste tantas veces las mismas cicatrices que no te quedan ni ganas, ni fuerzas... no sabes como ser la que quieres ser porque la teoría es bonita te da fuerza y te enseña pero las
Emociones son luces que se encienden y se apagan en tu ser ...
Jo crec q encara estic aprenent a superà l'as adversitats i cada dia tens algun que altre entrebanc i poc a poc he après a no pensà que el món s'ha acaba. Fa uns anys que vaig estar en pou de pena i tristesa, però aprop meu tenia i tinc una doneta que en donava forces per axecarme i veurà que encara ja molt per viure, estima i seguí en endevant. Un petó